Aquí les presento un gigantezco racimo de cambur que cosechamos en el terreno del Templo, y después dicen que no cultivamos nada, he ahí la prueba. Claro, no es para que se desanimen, al contrario, para que se animen a traer abono orgánico para nutrir el terreno. Además les muestro el cultivo de bachacos que si se dan bien nutridos y en cantidad exhorbitante. Espero que no les de mucha risa.
he aqui el gran racimo
he aquí las hermosas bachaqueras
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